lunes, 17 de noviembre de 2008

Los Prisioneros son mejores que Soda Stereo

En Soda Stereo tocaban Gustavo Cerati, un cantante impresionante y aún mejor guitarrista, Zeta Bosio, uno de los bajistas más reconocidos en sudamérica, y Charly Alberti, del cual creo no hay que decir nada porque todo ha sido dicho ya. Las canciones de Soda son muy bien compuestas, tienen unos arreglos geniales, y obviamente Cerati le ha puesto mucho cerebro a las armonias y a los puentes y a todo. Todos quieren tenerlos en su radio, todos quieren tenerlos en su pared, al menos a Cerati, al menos a Charly, al menos a los tres.

En Los Prisioneros tocaban Jorge Gonzales, Claudio Narea y Miguel Tapia, los tres tipos más feos que he visto en mi vida, y no brillan en sus instrumentos (¿por qué todas las baterias suenan como electrónicas?). Pero hay algo inmediatamente atractivo al ver a tres tipos feos tocando feo. Uno siente que está viendo a alguien parecido a él. Nos representan.

Nos representan, sí. En eso brillaron los Prisioneros: Con música simple (y más bacán) hicieron canciones sobre el machismo, sobre el sexo dominando la sociedad, sobre los pitucos que critican, sobre los protestantes que no dan la cara, sobre las pocas oportunidades que se le dan a los pobres, todo eso con una burla hacia ellos mismos (Por favor, PaPaPa, Sexo en vivo) para hacerse ver más reales... Todo eso, mientras Soda, con toda su plata y sus escenarios gigantes y pantallas y luces, hacía canciones vacías sobre sexo, sexo, música ligera y sexo.

Los Prisioneros son más chéveres que Soda Stereo.

No hay comentarios: