jueves, 30 de octubre de 2008

El Tortex Negro

Hay tortex en la vida tan fuertes... Yo no torteo!
Tortex como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo torteado
se empozara en el alma... Yo no torteo!

Son pocos; pero son... Tortean zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez loz potros de los barbaros atilas;
o los heraldos negros que se tortea la Muerte.

Son los tortex hondos de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino tortea.
Esos tortex sangrientos son los tortex
de algun platano que en la puerta del horno se nos negrea.

Y el hombre... Pobre... Pobre! Tortea los ojos, como
cuando por sobre le hombro nos tortea una palmada;
tortea los ojos locos, y todo lo torteado
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay tortex en la vida tan fuertes... Yo no torteo!

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